Son muchos los misterios que rodean al origen del Tarot.
No se conoce de dónde viene, quien lo inventó, ni cuando.
Unos dicen que fue en Egipto, otros que viene de Oriente, otros que fue en la Edad Media.
La primera referencia es de 1376 con la prohibición en Berna del juego de cartas.
En 1392, en las minutas de Charles Peupart (tesorero de Carlos VI) está dicho que se pagaron 56 soles a Jacquemin Gringonneur de París, por pintar tres juegos de cartas.
Un monje alemán en 1377 menciona un juego de cartas que habría visto en Suiza.
En España, en 1378 se señala la aparición del Tarot. San Antonio de Padua, en su «Tratado de Teología» en 1457, hace referencia a esta baraja. En 1500, un manuscrito en latín «Sermones de ludo cum aliis» contiene la lista de los Arcanos Mayores.
En 1423, Bernardino de Siena fue el responsable de la destrucción de una serie de barajas diseñadas para importantes familias italianas.
La baraja Visconti, que fue encargada por el Duque de Milán Filippo María Visconti, alrededor del 1400 (comienzos del Renacimiento) al pintor Bonifacio Bembo y se salvó milagrosamente de las llamas.
Esta es una de las barajas más famosas que han llegado hasta nuestros días.
Hasta el siglo XVIII, el Tarot se usa como juego de azar, pasando desapercibido su sentido místico.
Se copian los dibujos, se los transforman, se adornan con retratos de nobles de la corte.
En 1781, Antoine Court de Gébelin presenta el Tarot de Marsella en el octavo volumen de su «Mundo Primitivo«, un esplendido relato del antiguo Egipto, en sus páginas Gébelin afirmaba que en estas cartas se hallaba el último resto de esa sabiduría y que había sido conservado milagrosamente y heredado a través de los siglos en el seno de Sociedades Secretas.
En el libro Gébelin aseguraba que la palabra Tarot en egipcio antiguo significa Camino Real. Afirmación que no es correcta pues en 1781 no se sabia cómo interpretar el egipcio, fue gracias a la Piedra Rosetta en 1822 cuando consiguieron descifrarlos y vieron que Tarot no significaba nada y que Camino Real se pronunciaba de otra manera.
A pesar de este dato durante los dos siglos siguientes en la mayoría de las publicaciones ocultistas circuló que el Tarot provenía de Egipto.
Jean Baptiste Alliette, (Etteilla) en 1791 publicó el primer libro sobre el método de adivinación por medio del Tarot. En 1788 fundó la organización Sociedad de Intérpretes del Libro de Thot para enseñar sus métodos de adivinación, esta sociedad desapareció rápidamente con la Revolución Francesa.
Desde entonces, miles de libros fueron escritos demostrando que estas cartas toman su fuente de los Egipcios, los Caldeos, los Hebreos, los Arabes, los Hindus, los Griegos, los Chinos, los Mayas, los Extraterrestres…
Diferentes sociedades secretas, grupos étnicos y religiosos, han reivindicado la creación del Tarot.
Sus símbolos son muy variados, se encuentran influencias griegas, del gnosticismo, el neoplatonismo, el hermetismo, los cataros, las antiguas filosofías árabes e indicas y la cábala judía.
Algunos ven en el Tarot una obra de alquimia, cabalística, astrológica, aritmománcica.
Cada sociedad, cada grupo esotérico, cada iniciado, cada artista, sienten la necesidad de pintar su verdadero mazo de cartas.
Desde hace 200 años, mas de 7000 juegos nuevos han aparecido. En los últimos tiempos el Tarot de James Bond, el de Dalí, el de brujas…
Cientos de cartas antiguas rescatadas de bibliotecas con la esperanza de recuperar las imágenes originales.
De este enmarañamiento de interpretaciones emerge por fin el Tarot de Marsella, el auténtico, anónimo como lo es todo arte sagrado, definido así por el ocultista Eliphas Levy en su «Dogma y ritual de la alta magia» 1854.
Eliphas Levy, como Gébelin y Eteilla, movido por su inmensa intuición, crea su propia baraja e inventa las cartas “Esotéricas”.
Tarot Rider Waite
Arthur Edwards Waite, ocultista inglés, perteneciente a la Orden Hermética de la Aurora Dorada, en 1910 también crea su propia baraja, en el que invierte los números de La Fuerza y de La Justicia, transforma El Enamorado en Los Enamorados, cambia el significado de todos los Arcanos Menores.
Se le llamó Tarot de Rider Waite Smith porque fue impreso por la Rider Company, una imprenta inglesa de la época, fue diseñado por Arthur Waite y pintado por la artista, ilustradora y escritora Pamela Colman Smith, también perteneciente a la misma Orden que Waite.
Sería el Tarot más famoso del siglo XX y hasta el día de hoy.
Tarot Crowley
Aleister Crowley, otro ocultista cambia nuevamente los números, el significado y el orden de las cartas. La Justicia se vuelve El Ajusticiamiento, La Fuerza – La Lujuria, La Templanza – Arte, El Juicio – Aeon. Elimina las Jotas y los Caballeros que se vuelven Príncipes y Princesas.
Muchísimas variaciones que los intérpretes más o menos iluminados le hacen al Tarot de Marsella.
Oswald Wirth, ocultista suizo, masón y miembro de la Sociedad Teosófica, dibuja su Tarot en el que introduce trajes medievales, esfinges egipcias, el símbolo chino del Tao, la versión del Diablo de E. Levy…
Alejandro Jodorowsky y Philippe Camoin en 1977, restauran el Tarot de Marsella, encontrando la estructura simbólica que se había perdido con el tiempo.
En 2004 Encarna Sánchez y Daniel Rodés de la Escuela Lemat, diseñaron su Tarot de Marsella Reconstruido.
Bibliografía
La Via del Tarot (Alejandro Jodorowsky)
Los Códigos Secretos del Tarot (Philippe Camoin)
El Libro de Oro del Tarot (Encarna Sánchez y Daniel Rodés)
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